Amado salvador Jesucristo, tú has experimentado el dolor y el sufrimiento en el madero de la cruz, te pido que en este momento me tomes como ofrenda viva de alabanza. Toma mi enfermedad y mi dolor para bien mío y el de mis hermanos; pero confiando en tus promesas y en tu misericordia, invoco tu Santo Nombre Jesús y te pido que me sanes completamente, de cuerpo, alma y espíritu.
Envía a tus santos ángeles medicinales, quienes guiados por San Rafael visitan a todos los enfermos y en tú Nombre sanan a quienes te invocan.
Tú conoces mi corazón y sabes que en muchos momentos de mi enfermedad mi fe desfallece y siento tu ausencia, aumenta Señor la luz de tu Espíritu Santo en mi vida, para que esto que vivo me permita ser testigo tuyo para el mundo.
No permitas que el espíritu del Mal interfiera en tus designios, me entrego sin reservas a tu misericordia y confiando en tu amor pongo mi vida en tus manos.
Guíame por caminos seguros hacia ti y hacia la verdadera felicidad por el sendero de tu cruz. Permite que María Santísima me ayude, y me enseñe a seguirte fielmente todos los días de mi vida.
Gracias mi amado salvador.
Glorificado por siempre sea el Padre, glorificado por siempre sea el Hijo, glorificado por siempre sea el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Nota: esta oración deberá ser rezada por el enfermo, en caso de que este se encuentre imposibilitado para hacerlo, un familiar cercano la podrá rezar en su nombre.