Amados hijos, amados míos, hoy estoy en medio de ustedes y estoy en sus corazones, hoy manifiesto mi amor y mi misericordia en cada uno de ustedes y en sus familias.
Hoy es el día en que mi Nombre será glorificado desde un extremo hasta el otro del universo.
Mi Nombre glorioso se dará a conocer a todo el mundo, hasta los impíos alabarán mi Nombre, porque ha llegado el momento en que la gloria del Espíritu se manifieste a la humanidad.
El Espíritu, el Espíritu de la Verdad, el Espíritu de la Caridad, renovará la faz de la tierra. Ustedes mis amados deben estar preparados para el día grande y glorioso, pero antes de la manifestación de la misericordia, de la gloria y del poder del único Dios vivo y verdadero, tendrán que pasar por una tribulación. Esta tribulación, será anunciada a ustedes con un acontecimiento que tendrá lugar en los cielos, contemplarán ustedes el signo, el signo de la cruz, que se extenderá de un extremo hacia el otro del cielo.
No teman amados, miren que Yo les he anunciado las cosas para que cuando se cumplan, crean.
El Espíritu de la Verdad, les manifestará todo lo que ustedes deben hacer, en qué momento y en qué lugar.
No teman al impío, no teman al hijo de la perdición, porque Yo estoy con ustedes y Yo he prometido estar con ustedes hasta el fin del mundo.
Abran sus corazones al amor y a la misericordia del Espíritu Santo.
¡No teman! Miren que Yo les he anunciado estas cosas y están a punto de cumplirse.
Déjense guiar por mi Espíritu, déjense guiar por el Espíritu de la Verdad, dejen que Él les transforme, que Él los haga nuevos.
La señal que Yo les doy, será una noche muy oscura, ni las estrellas del cielo brillarán, el viento soplará de manera extraña. Ustedes sabrán entonces en sus corazones que el Día de la Ira se acerca, ya no les hablo en mi tiempo, sino les hablo en el suyo.
Mensaje del 20 de Junio de 2010.
Tomado del Libro “El Final de los Tiempos” Pág. 101