Hoy, al retomar de nuevo las actividades y proyectos individuales que se presentan en este nuevo año mi corazón se regocijó y alabó al Señor, pues no tengo más que decir: ¡Gracias Dios mío por tu bondad, pues todo se ve tan prometedor y tan maravilloso!

El Señor me ha dicho:

 “Estos dos años que vienen será dos años de cosecha. Serán dos años en donde se recogerá parte de lo sembrado”.

Estoy seguro que esto se refiere también a la Casa de Oración, así que ánimo pues Dios es misericordioso con cada uno de nosotros.

Te invito hacer esta oración:

Señor Jesús, pongo en tu amor y misericordia mi vida entera y proclamo tu victoria sobre mi y sobre mi familia. No permitas amado Salvador que mire las tribulaciones como motivo de angustia o de tristeza, sino que sean para mi motivo de gozo, pues eso habla de que me das la oportunidad de crecer en tu amor. Amén.

Mensaje del 7 de enero de 2015.