Inmediatamente antes del terrible castigo será purificada la tierra entera, comenzando por las tierras protegidas por el manto sagrado de mi Madre.
Aunque esta purificación sea muy dolorosa, es movida por mi Amante Corazón, ya que el amor infinito de mi ser es el que permite esto, para que el castigo no sea tan destructor como debiera.
La purificación será a nivel físico y espiritual, y se dará casi simultáneamente, pues cuando la humanidad de cada hombre sea tocada por el flagelo purificador, la esencia espiritual será también golpeada por el dolor.
No hay nada impuro o manchado que permanezca en mi presencia, por eso será necesario que cada corazón sea sumergido en el lago del purgatorio.
La purificación quemará la materia y el espíritu, empezando por éste, es decir, comenzará a nivel interno del hombre para luego llegar al ser físico.
¡No teman amados!, Yo estaré con ustedes en esos terribles momentos, y aquellos que invoquen con amor verdadero mi Corazón Eucarístico y el auxilio de mi Madre, serán guardados con una gracia especial que hará que todo sea un amor dulce; miren que por eso les anticipo lo que sucederá.
No le teman al sacrificio ni al dolor, porque éste es el camino de la verdadera purificación. Les aseguro que, si empiezan a hacer actos de expiación voluntaria, todo será más fácil.
Aprovechen el Tiempo de Misericordia, y almacenen en los tesoros celestiales, monedas de sacrificio y expiación.